El Gobierno encara las primeras reuniones con bonistas con el respaldo del FMI
De acuerdo al calendario oficial, antes de marzo tendrán lugar los primeros encuentros con acreedores. Qué efecto tendrá el apoyo del Fondo al país en el canje.
El Gobierno se anotó a su primer aliado de peso en la negociación de la deuda que está comenzando. El Fondo Monetario Internacional se plegó a la posición argentina ante los acreedores y admitió que la deuda pública "no es sostenible". A días de los primeros encuentros cara a cara con bonistas, el organismo les pidió que estén dispuestos a aceptar quitas "apreciables".
En la misma semana en que desde distintos sectores del oficialismo se había tensado el diálogo con el FMI al exigir que el organismo también acepte quitas en su crédito, la misión técnica del Fondo que este miércoles terminó su trabajo en Buenos Aires emitió un comunicado en línea con lo que expresó el ministro de Economía Martín Guzmán la semana pasada en el Congreso.
Este apoyo fue leído por los analistas como un claro comunicado "político" aunque el impacto en términos prácticos en la mesa de negociación es discutido. El FMI no deja de ser un acreedor más que busca posicionarse en la fila para poder cobrar la parte que le toca en la reestructuración.
"Que el FMI diga que la deuda es insostenible es una mala noticia en general pero es bueno en medio de una negociación. El FMI es una voz autorizada que en este caso se plegó al discurso oficial. Después del canje fallido y del episodio con el bono Dual, esto puede ayudar a flexibilizar a los acreedores privados y que sean más comprensivos", opinó ante TN.com.ar el economista de Ecolatina, Matías Rajnerman.
"Eso permitiría que estén más dispuestos a aceptar una modificación en los plazos de pago, quitas o las dos cosas. Si lo pensamos en contrafáctico, si el FMI hubiera dicho que la deuda era sostenible, sería imposible negociar. Entonces la declaración es buena por ese lado. De todas formas el impacto en el riesgo país va a ser negativo", dijo Rajnerman.
Por su parte, Martín Vauthier, de EcoGo, explicó que el comunicado fue "un guiño al Gobierno pero de todas maneras no hubo demasiadas precisiones". "No queda claro qué implica que la deuda no sea sostenible. En revisiones anteriores el Fondo mencionaba que la deuda tenía riesgos si se perdía acceso al mercado privado. Si el Fondo ahora pide una contribución significativa de los acreedores, esa quita no puede ser muy agresiva porque no te permitiría recuperar el acceso al mercado. Así la deuda seguiría siendo insostenible", apuntó.
Por otra parte, comentó que más allá de las declaraciones, lo que aún esperan ver los bonistas es la oferta concreta de canje. "Es un paraguas político, pero no veo grandes implicancias en la negociación. Los acreedores no ven lo que dice el Fondo sino cuál es la propuesta, si hay quitas de capital, de intereses, plazos. Van a estar muy atentos al programa económico que es lo que sustenta a la reestructuración", concluyó Vauthier.
En los próximos días, incluso, el contacto con el FMI volverá a tener otro capítulo. El jefe del Palacio de Hacienda mantendrá en Arabia Saudita, en el marco de la reunión de ministros del G20, un encuentro con la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva.
Antes de que termine febrero, además, está previsto -de acuerdo a la hoja de ruta oficial que planteó Guzmán- las primeras reuniones e intercambios de opiniones con tenedores de la deuda argentina. Aún no está confirmado oficialmente cuándo se dará comienzo a esa etapa, previa a la presentación de la oferta oficial de canje.
El presidente Alberto Fernández salió a agradecer el respaldo del Fondo Monetario en plena negociación. "Celebro que el FMI reconozca la posición argentina respecto de los procesos de endeudamiento. Si todas las partes demuestran voluntad de acordar, podremos volver a crecer, honraremos nuestros compromisos y volveremos a tener una Argentina de pie", escribió en su cuenta de Twitter.