Un magnate ofrece casi un millón de dólares a quienes puedan responder una duda existencial
Un exitoso empresario norteamericano entregará cerca de un millón de dólares a tres personas que puedan responder una pregunta que lo desvela: ¿qué pasa con la conciencia después de la muerte?
Robert Bigelow es un multimillonario de 75 años que vive en Las Vegas, Estados Unidos, y que hizo su fortuna en el mercado inmobiliario. En la actualidad dirige un negocio hotelero y otro aeroespacial. Desde temprana edad, el magnate mantuvo un inquieto interés por “eventos anómalos”, según informó The New York Times.
En 1999, fundó Bigelow Aerospace, empresa que diseñó y construyó hábitats inflables para los astronautas de la NASA, como el módulo de actividad expandible llamado BEAM que está instalado en la Estación Espacial Internacional. Además, puso en órbita los módulos inflables no tripulados Génesis I en 2006 y Génesis II en 2007.
Sin embargo, en esta ocasión Bigelow aportará dinero para una iniciativa un tanto más compleja: demostrar qué pasa con la conciencia después de la muerte. En junio pasado, cuatro meses después del fallecimiento de su esposa Diane Mona Bigelow, de 72 años, por leucemia, el multimillonario fundó el Instituto Bigelow de Estudios de la Conciencia para apoyar la investigación de lo que sucede más allá de la vida.
El magnate organizó un concurso para buscar la mejor evidencia disponible de la supervivencia de la conciencia después de la muerte corporal. De esta manera, premiará a los científicos formados en el campo de la neurología y de la psicología que presenten hasta el 1 de agosto una tesis de 25.000 palabras sobre el tema. El ganador será anunciado el 1 de noviembre y el primer lugar recibirá 500.000 dólares. Quien termine en el segundo puesto cobrará 300.000 dólares y el tercero se llevará 150.000. Los investigadores que quieran participar tendrán tiempo hasta el 28 de febrero para enviar la solicitud.
El interés de Bigelow por saber qué ocurre con la conciencia después de la muerte creció después del suicidio en 1992 de su hijo Rod Lee, de 24 años, quien era padre de un bebé y una hija aún por nacer. Ese hijo, Rod II, creció luchando contra una adicción a las drogas y también se suicidó a los 20 años, en 2011. Su hermana Blair, la nieta de Bigelow, trabaja en las compañías de su abuelo y, según afirmó el magnate, “eventualmente se hará cargo de ellas”.
En búsqueda de consuelo después de la muerte de su hijo, Bigelow celebró sesiones con el renombrado espiritista George Anderson. Cuando le preguntaron si su hijo había hecho contacto, el empresario indicó: “No realmente. Pero lo que obtuve de las lecturas fue que su espíritu existía y estaba bien”.
El panel para juzgar las presentaciones incluye al doctor Christopher Green, psiquiatra y neurocientífico del Centro Médico de Detroit y de la Facultad de Medicina del Estado de Wayne que sirvió en la Agencia Central de Inteligencia (CIA); el médico Brian Weiss, reconocido por la teoría de la regresión de vidas pasadas; y la periodista de investigación Leslie Kean, autora del libro Sobrevivir a la muerte: un periodista investiga la evidencia de una vida después de la muerte.
Bigelow consideró que los actos de cada individuo resultarían trascendentales si existe vida después de la muerte. “Puede que importe lo que hagas mientras estás aquí. Podría marcar la diferencia en el otro lado”, concluyó./ lanacion.com.ar
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