El joven que cruzó África en bicicleta y hoy lidera la lucha contra la desnutrición infantil en Argentina
Agustín se recibió como economista en la Universidad de Buenos Aires con una profunda vocación por lo social, y tal es así que en 2017 decidió embarcarse en una aventura única que cambiaría su vida y la de muchos otros.
Con una bicicleta como único medio de transporte, cruzó África de norte a sur y recorrió 13.000 kilómetros desde Egipto hasta Sudáfrica durante casi nueve meses enfrentándose a climas extremos, animales salvajes y desiertos. Sin embargo, su propósito iba más allá del desafío físico: su misión era visitar escuelas, dar charlas motivacionales y transmitir un mensaje de superación, compañerismo y cuidado ambiental promoviendo el uso de la bici como medio no contaminante.
Durante el recorrido, el argentino hizo paradas estratégicas para compartir su historia con cientos de niños y jóvenes africanos. En cada colegio, adaptaba su presentación para demostrar que los sueños y objetivos, por imposibles que parezcan, son alcanzables con esfuerzo y dedicación. Les contaba cómo, a pesar de haber tenido miedo de andar en bicicleta hasta los 28 años, había optado por enfrentarse a ese miedo y emprender una aventura que cambiaría su vida. De este modo, animaba a los chicos a superar sus propios miedos, a cuidar su entorno e imaginar un futuro mejor para sus comunidades.
“Fue un momento donde me encontraba sentado en el sillón en mi departamento. Veía las noticias en la televisión de cómo el mundo se venía abajo. Y tuve una suerte de epifanía. Me sentí mal por verme a mí mismo quieto, relajado, haciendo nada, mientras afuera todo era un caos. Entendí que tenía que hacer algo. Fue ahí cuando tomé la decisión de salir radicalmente de mi zona de confort, y buscar el máximo desafío que pudiera encontrar para luego hacer de esa historia algo inspirador para otros. Y por suerte lo logré. Nadie podía creer que alguien que nunca tuvo una bicicleta y aprendió a andar de grande se embarcara en una travesía así, y que además lo hiciera con un propósito alentador hacia el cambio”.
La travesía de Agustín no sólo marcó a las personas que visitó, sino que también redefinió su propósito de vida. Al regresar a Argentina, inspirado por la calidez y humildad de la gente que conoció en África, comenzó a trabajar como Director Ejecutivo en la ONG Pata Pila donde halló una nueva misión: la lucha contra la desnutrición infantil y la pobreza estructural de su país.
Hoy, junto a su Presidente y Director General, Diego Bustamante, lidera un equipo de más de 80 profesionales comprometidos en mejorar las condiciones de vida de familias y comunidades vulnerables. La organización trabaja activamente en territorio, implementando programas de apoyo nutricional y fortalecimiento comunitario en el Norte Argentino, donde el 47% de la población es pobre. A su vez, extiende su labor a otras provincias a nivel nacional.
Hasta el momento, Pata Pila se encuentra en 76 comunidades y acompaña a 1470 niños y 1100 mujeres. Al mismo tiempo, más de 7.500 infantes fueron diagnosticados por primera vez.
“Pata Pila es para mí una oportunidad de seguir transformando realidades. De seguir impulsando el cambio en muchas comunidades en situación de vulnerabilidad. Alcanzamos hoy a más de 1.400 niños y niñas en cinco provincias del país, y sueño con que nuestro impacto siga creciendo. En un contexto donde la pobreza es alarmante, nosotros ponemos el cuerpo y el corazón para sacar adelante a nuestro país”.
La historia de Agustín es un ejemplo de superación y dedicación, que inspira a otros a perseguir sus sueños y objetivos. A través de su rol en Pata Pila, el argentino continúa promoviendo el cambio social, mostrando cómo la voluntad y el trabajo constante pueden transformar realidades y mejorar la vida de quienes más lo necesitan.
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