Conoce los empleos más riesgosos para la salud auditiva y cómo detectar algún tipo de problema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 466 millones de personas padecen pérdida de audición y, una de las causas de esta patología, se debe a ciertos entornos laborales, como aquellos donde se emplea maquinaria ruidosa y se producen explosiones, teniendo en cuenta que sobrepasar la exposición a los 85 decibelios (dB) durante ocho horas o más supone un serio daño acústico.

“Existen empleos donde la exposición a sonidos fuertes puede deteriorar la calidad de vida de las personas e incluso generar hipoacusia, es por ello que los trabajadores también deben proteger sus oídos”, explica Micaela Constanzo, fonoaudióloga de MED-EL, empresa líder en soluciones auditivas.
¿Cuáles son los 5 trabajos que afectan directamente la audición?
- Construcción: tanto obreros como ingenieros y supervisores de obra suelen estar en contacto permanente con máquinas industriales muy ruidosas que pueden alcanzar hasta los 130 dB. En estos lugares, no sólo se recomienda el uso estricto de máxima protección auditiva, sino hacerse chequeos médicos periódicos para identificar tempranamente eventuales signos de deterioro.
- Ambulancias y patrulleros: la sirena de las ambulancias produce un sonido que puede alcanzar los 140 decibelios. En este contexto, dado el aumento de la circulación de este tipo de vehículos, el personal de la salud está más expuesto a contraer enfermedades auditivas.
También, existen otros profesionales que realizan parte de su trabajo expuestos al ruido de sirenas, por ejemplo la policía y los bomberos, quienes también deben convivir con el sonido de las alarmas y las bombas de extracción.
- Aviación: pilotos, azafatas y comisarios de a bordo, así como personal de pista, tienen que tolerar diferentes tipos y niveles de ruido que, en el caso de quienes van arriba del avión, se suman a los cambios bruscos de presión. Los trabajadores que controlan el tráfico aéreo, llegan a tolerar hasta 140 dB durante el despegue y aterrizaje.
- Repartidores de comida y trabajadores del transporte: quienes trabajan en el servicio de reparto, principalmente los jóvenes, tienen que soportar el ruido del vehículo, así como los sonidos constantes de la calle. Todos estos factores llegan a ocasionar niveles de sonido de hasta 103 dB.
Quienes trabajan en el transporte de pasajeros, ya sea público – colectivos, subtes, trenes – así como quienes se dedican al transporte privado (taxis o remises) también están expuestos a esta contaminación sonora y al riesgo de presentar una pérdida de audición.
- Carpinteros: los considerables niveles de ruido que alcanzan las motosierras y demás maquinaria de carpintería son una parte inevitable del trabajo de un carpintero, por ejemplo, tan solo las taladradoras rotativas pueden generar un ruido de hasta 120 dB.
La importancia de la detección temprana
Según el último estudio realizado por MED-EL, se observa la alta falta de conciencia sobre el cuidado de la audición, al afirmar que 2 de cada 10 argentinos creen tener pérdida auditiva y no se tratan. Esto se debe a que el 26% de los encuestados nunca se realizó chequeos, mientras que el 27% sólo lo hizo hace 5 o 10 años.
Por esto, la Lic. Micaela Constanzo, recomienda realizar consultas anuales con un especialista, sobre todo aquellas personas que se desempeñan en alguno de los rubros mencionados o en actividades que requieran de exposición a sonidos fuertes durante cierta cantidad de horas diarias, y hacerse los estudios correspondientes.
“En el caso de que se detecte una pérdida auditiva, hay que evaluar inmediatamente las alternativas disponibles e iniciar el tratamiento y la intervención adecuada, para evitar que el problema se agrave”, afirma la especialista.
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