La evolución de la economía y los riesgos que enfrenta
Por Gustavo Reyes
Investigador Jefe del IERAL Cuyo
¿Qué profundidad puede llegar a alcanzar el actual proceso recesivo y cuál será el ritmo de recuperación? Si bien lógicamente va a influir la extensión y alcance del período de confinamiento, en términos de las variables estrictamente económicas, también va a depender de la dinámica que tengan los siguientes tres factores claves: 1) resultado de reestructuración de la deuda pública, 2) evolución de las exportaciones y 3) que no desborde la macroeconomía.
Tres grandes crisis que sufrió el país en el pasado tienen sus peculiaridades. En la de comienzos de los 80s, tras el estallido de la tablita cambiaria y la Guerra de Malvinas, la economía registró la típica forma de W. Durante la Hiperinflación de fines de los 80´s, la economía mostró una forma de U en su proceso de caída y recuperación, mientras que en 2001/02, la actividad económica dibujó una curva en forma de V
El resultado final del canje de deuda es por ahora bastante incierto, pero su definición resultará de vital importancia para definir la profundidad y velocidad de salida de la actual crisis.
En la medida que las exportaciones argentinas no se derrumben, la Argentina podría mantener el superávit comercial y generar el financiamiento en dólares necesario para la transición. Una de las claves para que no se desborde el escenario macro, es poder rescatar, una vez que finalice la pandemia, gran parte de la enorme emisión monetaria.
Hay tres factores claves que pueden ayudar a morigerar la crisis y agilizar la velocidad de recuperación de la economía una vez que la pandemia haya finalizado. Dos de ellos dependen en buena medida del accionar del gobierno: que se evite un nuevo episodio de default y que no se desborde la macroeconomía, mientras que en el restante, la evolución de las exportaciones, hay variables que si dependen de medidas de política pero otras tienen que ver con el contexto internacional.
Mientras la salud surfea la ola de contagios y muertes asociados al Covid-19, en la economía comienzan a tomar fuerza otras dos olas, la caída en la actividad y la aceleración de la inflación. 5 Al igual que la mayoría de los países del mundo, Argentina enfrenta dos fuertes shocks contractivos: uno proveniente del resto de mundo y otro del interior de su propia economía.
El primero está dado por la caída en los precios y en el volumen de las exportaciones y se traduce en menores ingresos para los exportadores, los productores, el fisco y para la economía en general. El segundo shock, derivado del confinamiento, implica un desplome de la demanda de bienes y servicios e importantes restricciones productivas. Ambos shocks generan una caída fuerte de la actividad económica, destrucción del empleo (sobretodo de informal), problemas financieros (en empresas y familias) y un derrumbe de las cuentas fiscales generado por las crecientes demandas de gasto y el abrupto descenso de la recaudación impositiva. Muchas de estas consecuencias económicas son comunes en la mayoría de los países.
En Argentina, a diferencia de otros estados, la falta de ahorros públicos en el pasado y la incapacidad de acceder a los mercados financieros, hace que la explosión de las cuentas fiscales derivada de la crisis tenga que ser financiada con emisión monetaria, generando un problema adicional, el de la mayor presión inflacionaria.